El ponche no es una bebida de origen mexicano, ya que se consume alrededor del mundo. El origen del nombre que se le dio a este delicioso brebaje, proviene del hindi “pãc”, que significa cinco, que en su momento fueron el número de ingredientes que lo componían. Cuando esta bebida llegó a Inglaterra se derivó al inglés “punch”, posteriormente; en Europa, muchos países pertenecientes a dicho continente, lo adoptaron. En nuestro país se atribuye su adopción a través del mestizaje entre la cultura indígena y la europea, dando como resultado la exquisita combinación de frutas tropicales que le dan un color y sabor único.
Así como en México, en otras partes del mundo es común encontrar ponche en las fiestas de fin de año, armonizando el ambiente con su peculiar aroma.
Cada región lo ha adaptado a su propio estilo y, tanto la receta como los ingredientes, pueden variar. Sin embargo, es muy común que contenga caña de azúcar, ciruela pasa, manzana, canela, piloncillo, tamarindo, jamaica, tejocote y guayaba.
Durante las fiestas decembrinas, en México es muy común encontrar esta bebida en ferias ambulantes o bazares navideños, y se acompaña con buñuelos o tamales. Como parte de la tradición mexicana, en algunas partes de nuestro país, se sirve en un pequeño tarro o jarrito de barro y, opcionalmente, pueden agregarle “piquete”, es decir, un poco de ron, whisky, vino tinto, champagne o hasta aguardiente. La versión libre de alcohol proviene de los Estados Unidos .
La variedad de frutas que lo componen hacen que su valor nutricional aporte propiedades como la vitamina C, pero puede variar con respecto a la cantidad de ingredientes con los que se prepare. Además por servirse caliente, permite conservar una adecuada temperatura corporal en medio de las inclemencias del clima.