El piloncillo es un dulce típico de la gastronomía de varios países de Latinoamérica y algunos de Asia, el cual es preparado a partir del jarabe de la caña de azúcar.
El piloncillo es probablemente el endulzante natural con mayor tradición en México, y data desde hace varios siglos atrás. Pero antes de hablar del piloncillo, es necesario conocer un poco de historia de la caña de azúcar. Originaria de Nueva Guinea, durante el auge de la navegación fue llevada a Oriente. Fue en Egipto donde se comenzó a refinar para dar paso al azúcar como lo conocemos hoy.
Durante su llegada a Europa, la popularidad del azúcar fue inmensa. En el año de 1493 la caña a América gracias a la colonia. Fue en ese entonces cuando se perfeccionaron los métodos para extraer y refinar el azúcar, dando como resultado el piloncillo.
A través de un mecanismo de molino conocido como trapiche, se extrae del jugo de la caña los residuos, a los cuales se les llama bagazo y que anteriormente era utilizado como combustible.
Una vez colado, el jugo de la caña se pone a hervir y se deja reposar hasta formar la melaza. Una vez que ésta toma forma y espesura, se coloca en moldes de forma cónica y a partir de ahí tenemos el piloncillo.
Al residuo que se queda se le conoce como pilón, ya que los vendedores lo desechaban y los clientes lo pedían llevárselo sin costo. Fue esto lo que dio origen a la popular expresión.